martes, 12 de enero de 2010

El matrimonio, uno de los bienes más preciados de la humanidad


La Iglesia se ha preocupado siempre con especial atención del gran sacramento del matrimonio (cf. Ef 5, 32), ya que “es consciente de que el matrimonio y la familia constituyen uno de los bienes más preciados de la humanidad” (Familiaris consortio, 1).

Pues “la salvación de la persona y de la comunidad humana y cristiana está estrechamente ligada a la condición de la comunidad conyugal” (Gaudium et spes, 47).