martes, 13 de abril de 2010

El tesoro de las Escrituras


El tesoro de las Escrituras, en el que se contiene el mensaje salvífico dado por Dios a los hombres —pues dice bien San Agustín: «Nos ha llegado carta de aquella ciudad a la que peregrinamos: esta misma es.. la que nos exhorta a vivir bien» (Enarr. in Ps. XC, s., 2, 1; PL 37, 1159)—, con toda razón la Iglesia lo ha tenido siempre en sumo honor y lo ha custodiado con singular diligencia.

Pues, desde sus comienzos, la Iglesia jamás dejó de procurar que el pueblo cristiano gozase de amplísima facilidad para recibir la Palabra de Dios, especialmente en la sagrada liturgia, en cuya celebración «la importancia de la Sagrada Escritura es muy grande» (Const. Dogm. Sacrosanctum Concilium).

Ahora bien, la Iglesia en Occidente antepuso a todas las demás versiones la que suele llamarse Vulgata y que en su mayor parte fue elaborada por San Jerónimo, Doctor preclaro, y ha sido «experimentada con el uso durante tantos siglos en la misma Iglesia».

CONSTITUCIÓN APOSTÓLICA
SCRIPTURARUM THESAURUS