viernes, 4 de febrero de 2011

¡Derribad las barreras del miedo!


¡Derribad las barreras de la superficialidad y del miedo! Conversad con Jesús en la oración y en la escucha de su palabra. Gustad la alegría de la reconciliación en el sacramento de la penitencia. Recibid su Cuerpo y su Sangre en la Eucaristía, para acogerlo y servirlo después en vuestros hermanos. No cedáis a los atractivos y a los fáciles espejismos del mundo, que muy a menudo se transforman en trágicas desilusiones.

Ya sabéis que en los momentos difíciles, en los momentos de la prueba, se mide la calidad de las opciones. No existen atajos hacia la felicidad y la luz. Sólo de Jesús se pueden recibir respuestas que no engañan ni defraudan.