Jesús, nombre que le dio Dios mismo, significa que «en ninguno otro hay salvación» (Hch 4, 12) excepto en Jesús de Nazaret, que nació de María, la Virgen. En él Dios se hizo hombre, saliendo así al encuentro de todo ser humano.
SANTA MISA EN LA SOLEMNIDAD DE MARÍA, MADRE DE DIOS
JUAN PABLO II, Miércoles 1 de enero de 1997
JUAN PABLO II, Miércoles 1 de enero de 1997