¿Quién no percibe el avance de la marea creciente de negación religiosa?
Primero la indiferencia, luego la crítica, después la aversión anticlerical y antirreligiosa. Ahora el pluralismo equívoco, que corroe todo compromiso espiritual y moral incluso. ¿Dónde está el pueblo cristiano, no sólo fiel a la observancia de algunos preceptos, sino vigoroso, vivo, feliz de creer, de orar y de profesar amor fuerte a Cristo, y capaz de llevar su cruz con El?
Primero la indiferencia, luego la crítica, después la aversión anticlerical y antirreligiosa. Ahora el pluralismo equívoco, que corroe todo compromiso espiritual y moral incluso. ¿Dónde está el pueblo cristiano, no sólo fiel a la observancia de algunos preceptos, sino vigoroso, vivo, feliz de creer, de orar y de profesar amor fuerte a Cristo, y capaz de llevar su cruz con El?